Así puedes cultivar el cuerno de alce, un helecho de interior de lo más especial - Foto 1

2022-10-22 20:56:45 By : Ms. Ava Qiu

Los helechos son unas plantas de lo más recomendable para cultivar en el interior de casa. Y el cuerno de alce o Platycerium es frondoso, decorativo y perfecto para poner la nota verde y natural a cualquier interior. Descubre cómo es y cuáles son los cuidados que requiere.

Los helechos de la familia de los Platycerium son plantas procedentes de ciertos lugares de Australia, Asia o África, normalmente de entornos de sotobosque y zonas umbrías. Se trata de especies epífitas, es decir, que crecen en las ramas o en el tronco de los árboles y que consiguen del aire, a través de sus hojas, los nutrientes y la humedad que necesitan para desarrollarse.

El cuerno de alce es una planta frondosa que tiene dos tipos de hojas: unas más anchas que le sirven para poder sujetarse a los árboles, y otras que tienen una forma que recuerda a la cornamenta de los alces, de donde recibe el nombre común. Aunque en su lugar de origen es una planta que crece en plena naturaleza, en nuestro país se cultiva como planta de interior.

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El Platycerium no es una planta que, en nuestras latitudes, pueda cultivarse en el exterior. Le gustan las temperaturas en torno a los 18º C, aunque puede soportar que el termómetro baje hasta los 15º C o suba hasta los 25º C.

Como buen helecho, no necesita mucha luz natural para crecer y desarrollarse, sino que vive perfectamente en entornos oscuros. Lo que no tolera son los rayos directos del sol, ya que queman sus hojas en poco tiempo. Búscale un rinconcito en tu casa donde no le llegue la luz directa, alejado de fuentes de calor y a salvo de corrientes de aire.

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Si un día descubres que las hojas de tu cuerno de alce están cubiertas de pelusilla, no se te ocurra limpiarlas para eliminarla. Las hojas no están sucias, sino que poseen esa pelusilla de forma natural porque es lo que les permite regular la entrada de aire. Recuerda que estas plantas epífitas obtienen los nutrientes y controlan la humedad a través de las hojas. Esa pelusilla les resulta muy eficaz.

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El género de los helechos Platycerium es bastante amplio, aunque hay dos o tres especies que son las más habituales cuando se cultivan como planta de interior.

- Platycerium alcicorne. De color verde grisáceo y con una forma muy característica, sus hojas se asemejan mucho a la forma de los cuernos de un alce.

- Platycerium bifurcatum. Es una especie originaria de Australia, muy parecida al Platycerium alcicorne, aunque con hojas colgantes.

- Platycerium grande. Se distingue por sus largas hojas que pueden llegar a alcanzar hasta dos metros de longitud.

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Es cierto que el Platycerium es una planta epífita, pero eso es en su lugar de origen, en el entorno natural donde crece de forma natural. Cuando la cultivamos como planta de interior, lo mejor es proporcionarle el sustrato adecuado.

Este debe llevar una mezcla de turba y mantillo, y también puedes incluir un poco de esfagno, un musgo especial capaz de retener una importante cantidad de humedad.

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Es el capítulo más complejo en el cuidado de tu cuerno de alce, como pasa con muchas otras plantas. En este caso, lo importante es no excederse con la cantidad, ya que demasiado agua puede llegar a matar la planta, ya que no tolera los encharcamientos.

Por eso debes comprobar, antes de cada riego, que el sustrato está totalmente seco. Una forma adecuada de hidratar esta planta es sumergir la maceta unos minutos en agua y después dejar escurrir. No mojes las hojas, para evitar que le ataquen los hongos.

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A tu planta le vendrá de maravilla un aporte de nutrientes de vez en cuando. Puedes abonarla en primavera y verano, con una frecuencia de un par de veces al mes, utilizando un fertilizante líquido para diluir en el agua de riego.

Lo importante en este caso es que, además de los minerales básicos (nitrógeno, potasio y fósforo), incluya también otros micronutrientes como magnesio, hierro, cobre, cinc, etc.

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Aunque los helechos se suelen reproducir por esporas, y el Platycerium también, este método resulta un tanto complejo de llevar a cabo en casa. Y, además, no es necesario puesto que existe una forma mucho más sencilla. Se trata de multiplicar el cuerno de alce separando las plantas pequeñas que crecen en la base de la planta principal.

Divídelas y plántalas en una maceta con una mezcla de turba y arena, humedece el sustrato y cubre la maceta con plástico y espera a que surjan los primeros brotes, y después trasplanta a una maceta mayor.

Un consejo: el cuerno de alce es una planta de crecimiento rápido. Cuando esté muy grande tendrás que trasplantarla a una maceta mayor. Hazlo en primavera.

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A pesar de que el cuerno de alce es una planta de fácil cultivo, siempre pueden plantearse ciertos problemas que debes saber detectar y solucionar. La planta te va a decir que algo le ocurre a través de sus ramas y hojas.

- Hojas arrugadas. Si el cuerno de alce te muestra unas hojas mustias y arrugadas es que la temperatura del entorno es demasiado baja para ella. Búscale un rincón más cálido.

- Hojas con bordes oscuros. Al contrario de la situación anterior, ahora hace demasiado calor para tu planta.

- Hojas con manchas oscuras. Tu Platycerium está sufriendo un ataque de hongos. Elimina las partes dañadas y espacia los riegos; seguramente te estás pasando con la cantidad de agua.

- ¿Puntos rojizos en el envés de las hojas? A tu cuerno de alce le está atacando la cochinilla parda. Esto suele ocurrir cuando el ambiente está un poco seco y, como consecuencia de esto, la planta también. Elimina estos insectos de forma manual con un algodón mojado en alcohol y después fumiga con un insecticida natural a base de jabón potásico o aceite de Neem.

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